1986
Enero
El presidente Obiang refuerza su control asumiendo el puesto de ministro de Defensa. Asimismo confiere un mandato a la Cámara de Representantes para que elabore una proposición de ley de partidos políticos.
Julio
Intento de "golpe de Estado" y "atentado frustrado" (argumentos que empiezan a hacerse ya habituales en la inventiva de la seguridad de Obiang) contra el jefe de Estado ecuatoguineano.
Agosto
Fuente: Dr.Samuel Mbá Mombé.
En agosto de 1986, tras un presunto intento de derrocar al Presidente en Julio, se celebró otro consejo de guerra. Uno de los procesados era Fructuoso Mba Oñana Nchama, viceprimer ministro y ministro de Defensa hasta el 18 de enero de 1986, fecha en que fue trasladado al Ministerio de Obras Públicas.
El 14 de agosto de 1986, un total de diecinueve procesados comparecieron en Malabo ante un consejo de guerra presidido por el Comandante Melanio Ebendeng Nsomo, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y Vice-ministro de Defensa. El principal encausado y presunto cabecilla del golpe era Eugenio Abeso Mondu, ex-oficial del Ejército y diplomático y miembro del Parlamento en el momento de su detención. Abeso Mondu fue acusado de “atentar contra el Jefe del Estado y su Gobierno en su modalidad de tentativa”.
El 18 de agosto Eugenio Abeso Mondu fue declarado culpable de “atentar contra el jefe del Estado y su Gobierno en su modalidad de tentativa” y condenado a muerte. Su fusilamiento tuvo lugar el día siguiente.
Noviembre
En España, el 4 de noviembre de 1986, Luis Roldán, hasta entonces delegado del Gobierno en Navarra es nombrado Director General de la Guardia Civil. Dias de gloria de la corrupción felipista.
Cronología Histórica de Guinea Ecuatorial
Patricio Lumumba, carta a su esposa, Pauline Lumumba, enero de 1961, una semana antes de su asesinato:
"Ninguna brutalidad, maltrato o tortura me ha doblegado, porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres".
"Ninguna brutalidad, maltrato o tortura me ha doblegado, porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres".